No sólo son un adorno, los bigotes sirven a los gatos para sobrevivir.

Los gatos tienen entre ocho y doce bigotes a cada lado de su nariz, algunos tienen más otros menos. En total cada felino cuenta con entre 16 y 24 vibrisas, que no sólo se encuentran ahí, sino también pueden localizarse encima de los ojos, en la barbilla, e incluso en la parte posterior de las patas del gato.

Estos bigotes son diferentes al resto de los pelos que cubren a este animal. Son pelos muy rígidos y tienen una importante función en su sentido del tacto, ya que actúan como receptores. Los bigotes están a una profundidad tres veces mayor que el resto del pelaje, y están dotados de células sensitivas en su base, que los hacen sensibles a casi cualquier movimiento que ocurra cerca de ellos.

Los ojos de los gatos, al igual que los de muchos carnívoros cazadores, se han especializado en localizar presas a distancia, sin embargo, esta cualidad implica ciertas complicaciones a los felinos, ya que suelen tener problemas para enfocar objetos que se encuentran a menos de 30 centímetros de sus ojos, entonces, para compensar estas limitaciones de visión cercana, los felinos han aprendido a girar sus bigotes hacia delante, y captar estímulos táctiles que, cuando llegan al cerebro, les proporciona una imagen en tres dimensiones muy detallada de lo que tienen en frente.

Los bigotes de los felinos cumplen una función importante como herramienta de comunicación, su posición dice mucho sobre su estado de humor. Unos bigotes relajados indican que el animal está tranquilo. Por el contrario, las vibrisas se desplazarán hacia delante cuando está en alerta. Y si se aplastan contra sus mofletes, es señal de que está enfadado o asustado.

@10DedosdeFrente