Más interrogantes surgen a los arqueólogos con los nuevos descubrimientos que esclarecen la forma de cómo fueron extraídos y transportados los monolitos de Stonehenge, pues ya han encontrado muchas evidencias de actividad neolítica en dos canteras galesas, que suministraron las distintivas piedras azules erigidas hace unos 5,000 años.
De casi 80 piedras azules, que pesan entre 1 y 2 toneladas, y miden 2.5 metros de alto, sólo quedan alrededor de la mitad de ellas, y son las que marcan la herradura interior del sitio, rodeada por el círculo exterior de monolitos de arenisca, mucho más grandes, que se encuentran en las colinas de Preseli, en el norte de Pembrokeshire, a unos 290 kilómetros por tierra de Stonehenge, al suroeste de Inglaterra.
Son rocas volcánicas e ígneas con firmas geológicas precisas, las cuales corresponden a la herradura de rocas más pequeñas de Stonehenge. Los geólogos han demostrado que esa región de Gales es la única parte de las Islas Británicas que contiene ese tipo de roca particular –dolerita punteada–, común en las piedras azules.
Mike Parker Pearson, director del proyecto y profesor del University College Londres, comenta que, aunque conocían los lugares de donde provenían las rocas, encontrar las canteras con las que construyeron grandes instalaciones, actividad neolítica que ocurrió hace 5,400 a 5,200 años, surge la duda al preguntarse entonces: ¿dónde estuvieron éstas durante 400 años con las que construyeron sitios como plataformas, rampas y una bodega de carga?
Lo más posible es que las usaran primero en un monumento local cerca de las canteras, el cual desmantelaron, y después las arrastraron hasta Wiltshire; como objetivo principal de la investigación, el equipo localizará y estudiará el sitio de ese posible monumento local.
Para sacar las rocas de las canteras hizo falta una combinación de fuerza e ingenio. El camino de salida, de apenas 1.8 metros de ancho, es demasiado estrecho para acomodar rodillos de madera. Por ello, los arqueólogos creen que los trabajadores usaron una combinación de cuerdas, palancas y fulcro para colocar las piedras sobre trineos de madera, los cuales cargaban o deslizaban colina abajo. Parker Pearson explica que se necesitaron dos equipos, uno en la parte alta, con una cuerda que soportaba la carga y la hacía bajar lentamente; y otro, parado como un metro más abajo y listo para recibirla.
Si las investigaciones de los próximos años revelan que cerca de la cantera hubo un monumento local donde inicialmente se usaron las piedras azules, eso podría sugerir que los constructores de Stonehenge migraron de Gales. Deducir la finalidad y función del monumento local, también podría resolver misterios persistentes sobre el papel de Stonehenge en la cultura de la Gran Bretaña prehistórica.
Fuente: Stonehenge