Conocidas como el latido de la Tierra, estas ondas tienen injerencia directa en el cerebro humano.
La resonancia Schumann es un conjunto de picos en la banda de ELF (Extremely Low Frequencies: frecuencia extremadamente baja), del espectro electromagnético de la Tierra. Sucede porque el espacio entre la superficie terrestre y la ionosfera actúa como una guía de onda.
En física, a este efecto se le denomina ‘Onda Transversal-Magnética’. Se ha comprobado que estas ondas resonantes vibraban en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos y de todos los mamíferos en general.
Existe en nuestro cerebro una región situada en el hipotálamo que tiene una frecuencia de 7.8 Hz (1 Hz es un ciclo por segundo).
Esa frecuencia era la misma que la de la resonancia magnética de la tierra, dicha frecuencia fue descubierta en 1952 por Winfried Otto Schumann, que predijo matemáticamente su existencia.
Desde 1982, las ondas Schumann han ido acelerándose por causas desconocidas. La resonancia Schumann ha subido a 36 Hz, lo que ha provocado cambios y molestias en los humanos, según los expertos.
Se cuenta que algunos astronautas cuando hacían largos periodos de estancia en el espacio, tenían grandes problemas, hasta que artificialmente les colocaron generadores de ondas schumann, que les permitía mantener una especie de equilibrio en su labor.
Algunas personas comentan que el tiempo se está acelerando, lo cual puede ser resultado de la creciente en las frecuencias Schumann. La conciencia humana ésta afectada por el campo magnético de la tierra y las alteraciones en su interior.
Como seres humanos tenemos potencialidades extraordinarias, que apenas hemos comenzado a estudiar y a entender, los regalos creativos, las intuiciones y talentos, que son impredecibles o emergentes. La adaptación no siempre es un proceso fácil, pero hay que tener en cuenta que todo es parte de su propio despertar.