Este miembro de la cadena de la existencia, resolvería muchas dudas sobre cómo llegamos aquí y quiénes somos.

Algunos científicos opinan que falta una pieza en la evolución humana, la cual están buscando sin parar. Este fósil es clave; es la conexión definitiva entre el simio y el hombre, que conseguirá probar, más allá de toda duda, la teoría de la evolución.  

Las formas con rasgos intermedios entre simios y humanos, como los Australopithecus, se conocen desde hace muchas décadas. Los paleontólogos no pretender encontrar un mítico eslabón de una cadena, si no que intentan más bien reconstruir, dato a dato, el árbol genealógico de nuestros parientes y antepasados.

Cada año el rompecabezas se completa, recientemente un grupo de investigadores han encontrado en Kenia un cráneo completo de una nueva especie de simio que vivió en África hace 12 millones de años. Este nuevo espécimen pertenece  a un grupo hermano de la familia, que incluye a gibones, grandes simios y humanos.

Se trata de un individuo infantil que aún conserva las raíces de los dientes de leche, y del que se ha podido reconstruir la dentición adulta, a través de una técnica muy sofisticada de rayos X. Esto ha permitido a los científicos calcular con detalle, que la muerte se produjo cuando sólo contaba con 1 año y cuatro meses de edad.

Las conclusiones que dieron los científicos, después de estudiar este cráneo es que, aparte de tratarse de una nueva especie, este género es más cercano a los hominoideos actuales de lo que se pensaba.

@10DedosdeFrente