El corazón tiene sus propias neuronas y actúa de forma independiente al cerebro. En el ventrículo derecho se encuentra una compleja red de neuronas, a través de las cuales el corazón piensa y toma decisiones, respecto a la parte que es “autónoma” en su funcionamiento. Estas neuronas siguen siendo un misterio, sin embargo, se sabe que entre el cerebro y el corazón existe una simbiosis.

En el documental de la BBC, Of Hearts and Minds, se muestra cómo el cerebro del corazón toma decisiones autónomas; en este experimento del Dr. David Paterson coloca una pieza de tejido del corazón de un conejo, del ventrículo derecho, en un tanque con nutrientes y oxígeno, se observa que el tejido sigue latiendo por sí mismo, ya que las neuronas en el ventrículo emiten la señal para ello.

Se encontró que por sí sólo el corazón no “produce” emociones, pero sí “piensa”. Además, se ve tan afectado por las emociones como también las trastoca: una mente bajo los efectos del miedo acelera los latidos del corazón, y un corazón agitado, a su vez, perturba la mente. El video de este experimento se muestra a continuación.

Como sea, esto demuestra algo y tiene una suerte de encanto, pues, dependiendo de la época histórica, el ser humano ha creado sus propios símbolos y formas de interpretar el mundo a partir de los órganos y el cuerpo. Estos se han vuelto un lenguaje, por lo cual, recordar que nuestro cuerpo es una compleja red de interrelaciones, sirve como metáfora para navegar la propia complejidad de nuestro mundo actual, repleto de conjugaciones y rupturas, de racionalidades e instintos y, en fin, de situaciones que a veces necesitan de nuestra mente cerebral, otras de nuestra mente cardíaca y otras, de ambas.

@10DedosDeFrente