Hemos escuchado muchas veces que el verde es sinónimo de vida, y más cuando nos referimos a nuestro entorno; las plantas, árboles, bosques, el pasto, todo. Y muchas veces nos hemos preguntado, ¿por qué son verdes? La respuesta es simple, es gracias a la clorofila.
¿Qué es la clorofila?
La clorofila es un sustancia química que absorbe la luz roja y azul que irradia el sol, mientras devuelve luz verde hacia nuestros ojos. Es el principal responsable de que la planta lleve a cabo el proceso de fotosíntesis, a través del cual estos organismos vegetales, logran sintetizar la energía que absorben del sol, asegurando que la vida, cual la conocemos, pueda renovarse.
Sin clorofila, las plantas no podrían producir la materia orgánica indispensable para la existencia de los seres vivos, el oxígeno.
No todas las plantas tiene el mismo tono de verde, algunas pueden ser verdes azulados y otros casi dorados, con todas las variaciones entre estos dos colores. En época de lluvias, es el momento en el que el verde es más brillante, en verano comienza a secarse por la gran acción del sol, y la poca presencia de agua, aun cuando con riego constante, se puede mantener verde la mayor parte del año.
La naturaleza nos sorprende con un sinfín de fenómenos que percibimos, y que gracias a ellos, es la razón por la que estamos aquí en la Tierra.