¿Por qué hace más frío cuando el cielo está despejado?

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Más allá de adornar las fotos de paisajes con sus llamativas formas, o de asociarlas a las tormentas, las nubes son vitales para la vida en nuestro planeta. Seguramente en alguna ocasión, por la noche, habrás notado que cuando el cielo está despejado hace más frío que cuando está nublado, y esto tiene una explicación meramente científica.

En términos sencillos, se puede decir que una nube es una masa de gotas de agua, cristales de hielo o ambas a la vez, que se mantiene en suspensión en la atmósfera, y cuya formación se debe a la condensación del vapor de agua en el cielo. De tal modo, existen muchos tipos, y cada uno se puede diferenciar dependiendo de su forma y altitud.

Resulta ser tan natural y cotidiana la manera en que pasan sobre nosotros, que casi no nos damos cuenta de su presencia en el cielo; no obstante, su existencia tiene una gran influencia en el tiempo, el clima, y en el desarrollo de la vida en la Tierra.

Cuando el cielo está despejado en el día, lo que ocurre es que la temperatura tiende a subir debido a que los rayos del sol impactan directamente en la corteza terrestre, empero, cuando cae la noche, el fenómeno se invierte en su totalidad; a mayor ausencia de nubes, más baja la temperatura.

La capa de nubes, presente en la atmósfera, resulta ser un factor determinante en la fracción de la energía solar que la Tierra absorbe o refleja, y de la cantidad de energía que radia desde su superficie. Por tanto, no solo es un escudo, que en cierta medida nos protege del Sol, sino también es una capa que conserva el calor terrestre.

Cuando cae la noche, en los cielos despejados, el calor absorbido durante el día se va con mayor facilidad, en un proceso de enfriamiento que ocurre de manera lenta pero constante, llegando a su punto más bajo justo antes del amanecer. Lo que sucede en las noches nubladas, es que la temperatura no puede bajar con tanta facilidad, porque las nubes hacen un efecto de “tapón”, dificultando que el calor se escape.

El fenómeno se puede entender de mejor manera en situaciones extremosas, como es el caso del desierto, en donde la poca presencia de nubes por la carencia de agua, produce que los días alcancen altas temperaturas y que las noches sean demasiado frías.

Finalmente, es importante recordar que los sistemas de nubes ayudan también a extender la energía del Sol de manera uniforme sobre la superficie de la Tierra, a la vez que las tormentas se mueven alrededor del planeta, transportando la energía desde las zonas cálidas hasta las zonas frías, cercanas a los polos.

@10DedosDeFrente

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