Tenemos que agradecer que los gonfotéridos, criaturas prehistóricas, se alimentaban de él, ya que, teniendo grandes tractos digestivos, ésta mezcla entre elefante y morsa, podían tragar la semilla sin problema lo que hizo que ésta deliciosa fruta se extendiera por diferentes regiones, desde tiempos remotos.
Los aztecas, también grandes consumidores de esta fruta, le llamaban “ahuacatl” nombre náhuatl que significa testículo, ya que se creía que esta fruta aumentaba la virilidad.
A pesar de que en Estados Unidos también se produce, México es el principal proveedor mundial de aguacates. Cuando la temporada de cultivo en California finaliza, cada mes de septiembre, los agricultores de nuestro país ponen en marcha su producción, particularmente en el estado de Michoacán, donde los aguacates son tan lucrativos, que algunos huertos están protegidos por guardias armados, de ahí que por eso le llaman el oro verde.
Al aguacate se le valora por su gran valor nutritivo; se le agrega a una amplia variedad de platos, gracias a su buen sabor y su rica textura, y es el ingrediente principal del guacamole mexicano.
Algunos estudios han mostrado que consumir aguacate con vegetales puede elevar dramáticamente la absorción de antioxidantes. Pero aun así, en cualquiera de sus presentaciones, no cabe duda que consumir aguacate, en México, es una tradición ancestral.
Fuente: Le llaman el Oro Verde