En México, entre el 20 y 30% de los adultos sufren disminución del sentido auditivo, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Algunos expertos achacan el envejecimiento prematuro de nuestra audición, al creciente uso de audífonos para escuchar música y/o películas.
El Dr. Jordi Coromina, otorrinolaringólogo del Centro Médico Teknon, asegura que:
“En un estudio de la Universidad de Boston, centrado en jóvenes que iban escuchando música con audífonos por la calle, se demostró que las lesiones producidas, luego de cinco años, en general, son irreversibles. Mientras que otra investigación de L’Escola d’Arquitectura de La Salle de Barcelona, reveló que la mitad de los jóvenes, entre 18 y 27 años, que participaron en la muestra y usaban este tipo de dispositivos, tenían lesiones auditivas. Un 33% leves y un 17% más importantes.”
Las primeras señales de pérdida de audición son las siguientes:
- Si tienes dificultad para entender lo que las personas hablan.
- Debes ajustar constantemente el volumen de la televisión.
- Cuando alguien habla contigo, constantemente tienes que pedirle que repita lo que te ha dicho.
- Te resulta incómodo escuchar sonidos agudos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no escuchar música a más de 65 decibeles. Los ruidos que se consideran dañinos son a partir de 85 decibeles, que es por ejemplo el ruido del tráfico o el zumbido de un refrigerador; el motor de las motocicletas y tractores para cortar el césped llegan a los 90, los reproductores de música MP3 pueden llegar a 100 decibeles, un concierto 110—120. Sin embargo, es imposible que la gente joven no escuche música a menos de 85 o 90 decibeles, considerando que se encuentren en la calle, con todo el ruido ambiental.
Para evitar lesiones e impedir el envejecimiento prematuro, se propone seguir “la regla de los 60”, es decir, no escuchar música a más de 60 decibelios durante más de 60 minutos. Y si lo hacemos, debemos descansar al menos media hora para atenuar la fatiga auditiva. Para medir los decibelios podemos descargar aplicaciones como Decibel 10th (iPhone) o SoundMeter (Android).
Y si queremos asistir a un concierto y cuidar nuestros oídos, aconseja ponerse un simple algodón que nos deje escuchar, pero que nos proteja y frene el impacto.
Los expertos concluyen que no todo es culpa de los audífonos o de los conciertos: hay una predisposición genética o sensibilidad en cada persona, no todos los disc-jockeys van a presentar lesiones auditivas, al igual que sucede con la vista.