En efecto, la flojera como mala consejera, por increíble que parezca y aún en tiempos del Homo erectus, tampoco fue tan buena, este homínido que se extinguió hace unos 50,000 a 100,000 años, tuvo flojera.
El equipo que encabeza Ceri Shipton, arqueólogo de la Universidad Nacional de Australia, encontró evidencias de lo que pudo ser la extinción de este homínido pues los restos que se encontraron fueron ubicados no muy lejos de donde vivían, al parecer la flojera de buscar nuevos horizontes y nuevos caminos de supervivencia, fue el origen de su extinción.
Esas evidencias fueron halladas en un sitio de excavación en la Península Arábiga en la actual Saffaqah, Arabia Saudita, en 2014, materiales de poca calidad y provisiones a la mano hablan de lo que cercenó su supervivencia y evolución; en un principio eran fuertes y hábiles en su territorio pero una vez que llegó la sequía, los ríos se secaron y las limitantes crecieron, no hubo más camino ni progreso, por lo que la flojera los condenó y como mala consejera, su evolución terminó.
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