Uno de los grandes objetivos de la NASA y otras importantes agencias espaciales como la europea (ESA) y la japonesa (JAXA), siempre ha sido el hecho de llevar al hombre a Marte, sin importar lo difícil que pueda ser la tarea; hoy por hoy, la NASA parece tener planes firmes para lograrlo en poco menos de 15 años.
Pareciera ser que el mundo no ha sido suficiente para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pues ya ha declarado el espacio como «la próxima gran frontera», afirmando que las huellas estadounidenses en mundos lejanos están cerca de dejar de ser un sueño; el mandatario ya ha ordenado en diciembre pasado a la NASA volver a la luna, con la idea firme de que en 2025, una nave tripulada pueda llegar a los asteroides que se encuentran entre la Tierra y Marte, y para mediados de los años 30 el hombre pueda estar pisando suelo marciano.
La carrera espacial tocó un techo muy alto desde aquel día en que Neil Armstrong pisó por primera vez la luna, mismo que hasta hoy no ha sido superado, en lo que se refiere a misiones tripuladas. Basta con decir que la distancia que separa a nuestro planeta del astro, es equivalente a 9.4 veces la circunferencia de la tierra.
Sin embargo, para el caso del planeta rojo, hay que recordar que la distancia varía permanentemente debido al tamaño y forma de la órbita de cada planeta. En teoría, el momento en que la Tierra está más cercana a Marte, es cuando la primera orbita se encuentra en su punto más alejado del sol (afelio), y el segundo en el más cercano (perihelio); en ese momento, la distancia aproximada es de 144 veces más de la que separa a la tierra de la luna.
A pesar de todo, resulta ser que la distancia no es la principal limitante para lograr el cometido, pues el nivel tecnológico con el que se cuenta, nos permitiría llegar en aproximadamente 150 días a tierras extraterrestres. Lo que realmente sucede, es que la falta de recursos financieros ha mermado los avances en la investigación, haciendo que el proceso sea lento, pero relativamente constante.
En abril de 2017, la agencia estadounidense publicó un informe en el que cifraba en 430,000 millones de dólares el costo del proyecto, mismo que cubriría el siguiente itinerario: «escala» en el satélite Fobos en 2033, una estancia de un mes en la superficie del planeta en 2037, y finalmente mantener allí un enclave humano durante un año, en 2041 y 2046. El plan no está nada mal, pero el precio literalmente es astronómico.
Especialistas aseguran que el viaje a Marte podría ser financiado, si se realizan alianzas clave entre agencias espaciales, gobiernos y empresas especializadas en energía y tecnología de punta. Sin embargo, el representante de ExoMars, advierte que en el caso de que el hombre pise Marte en las próximas décadas, sería sólo para clavar la bandera, debido a que el momento exacto en que ambos astros se encuentran cercanos es muy breve, y si se extendieran los días de expedición, los costos se elevarían exponencialmente.
Sin duda alguna, la exploración de tierras marcianas deberá ser la prioridad de las agencias espaciales en los próximos años, si se quiere lograr el cometido, además de que muchos investigadores mantienen la firme idea de que el planeta rojo podría ser la solución para algunos problemas terrestres. Ciertamente, la riqueza de Marte será descubierta en los años futuros, pero estará por verse si será en las fechas que se han establecido.