¿Sabías que no hay ninguna otra nariz como la de tu perro? La impresión de la nariz de un perro es única, como una huella digital. Las líneas junto con la forma de sus orificios nasales, componen su huella nasal. Al igual que los seres humanos pueden ser identificados por sus huellas dactilares, los perros pueden ser identificados por la huella de su nariz.
Y no solo los puede identificar. El olfato es el sentido más desarrollado en el perro, de hecho, al nacer, es el único sentido que tienen desarrollado y les sirve para encontrar el pezón de la madre para poder alimentarse, ya que nacen sordos y ciegos.
Es esa gran capacidad olfativa por lo que el perro es utilizado para la búsqueda de personas, rastreo de drogas, detección de explosivos, dinero, etcétera. Los perros llegan a tener 300 millones de células receptivas de olor, cuando los humanos solo tenemos 5 millones.
El olfato en los perros es 10,000 veces más sensible que su gusto, esto gracias a un órgano llamado órgano de Jacobson, que está situado en la parte inferior de la mucosa olfatoria, y que se comunica con la cavidad bucal, con el que puede extraer olores del aire o de sustancias lamidas o ingeridas.
El olfato, además, tiene una función muy importante para su especie: su continuidad depende de unas hormonas que liberan las hembras en celo, llamadas feromonas. Con ellas, las hembras mandan señales olfativas, que indican al macho la predisposición de ellas a la monta.