El agua, la fuente de vida de todos los seres vivos, un líquido vital en nuestra vida cotidiana; el 70 por ciento del cuerpo humano, está compuesto de agua, por lo que mantenernos hidratados es la mejor manera de cuidarnos, además de eso, nos ayuda a tener un buen funcionamiento de riñones, los encargados de limpiar todo nuestro organismo de las toxinas. Por ese motivo es importante beber agua constantemente, pero ¿qué tan limpia es el agua que tomamos?, ¿qué es mejor: el agua de grifo o la embotellada?
El agua de grifo sí es segura, siempre y cuando tenga la filtración adecuada, por ejemplo, en Estados Unidos es mucho más recomendada ingerir agua directamente de la llave, debido a que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) se encargan de los estándares de calidad y sale mejor evaluada, que el agua embotellada, en comparación con los países de América Latina; donde sucede lo contrario, es mucho más recomendable tomar agua embotellada que de la llave, ya que en la mayoría de los casos se encuentra muy contaminada.
La tubería juega un papel muy importante en el consumo del agua. El acueducto público siempre va a garantizar el agua hasta nuestras casas, sin embargo, todavía puede contaminarse peligrosamente, sí los conductos son viejos; el plomo es el principal enemigo en estos casos. No te preocupes, constantemente la supervisión está presente de parte de las autoridades.
El agua embotellada no siempre es la mejor, sabemos que, como cualquier producto, tiene su control de calidad y consumo, de acuerdo con las empresas que se encargan de evaluarlas, pero no exigen que las compañías le informen cada año sobre la calidad. Además, hay diferentes tipos de agua embotellada. Algunas provienen directamente de manantiales naturales, pero otras directamente del acueducto público, sólo que estas son «destiladas y purificadas».
Debemos de entender que el agua cien por ciento pura no existe, todos los alimentos y bebidas tienen una cantidad mínima de bacterias, pero, no son malas para nuestro organismo, ya que nosotros mismos las creamos. La EPA es la que se encarga de que los niveles no sean muy altos, para el consumo humano.
No te asustes, la próxima vez que compres tu agua, asegúrate de que la botella esté tapada correctamente y bien conservada, o si prefieres la del grifo, no olvides hervirla o purificarla correctamente.