Sabemos que los niños odian las verduras, incluso muchos de nosotros recordamos algunas con cierto desdén, pero curiosamente cuando nos encontramos con ellas en nuestra etapa adulta ese sabor que tanto aborrecíamos de pronto desaparece. ¿Te has preguntado por qué? Un equipo de investigadores ha buscado ahora las razones de esta aversión, que suele desaparecer…