Para cada generación la forma de ver, sentir y disfrutar la música ha sido diferente, se han creado instrumentos con sensores, tecnología y computadoras más versátiles, pero la expresión, habilidades y espontaneidad son puntos en común; la música es una vibración que se transmite de persona a persona y el cuerpo lo siente.
Si bien en los años 50 la gente escuchaba música para entretenerse y pasarla bien, para los 60 y principios de los 70 la música se convirtió en una herramienta del activismo social.
Un análisis científico de los últimos 65 años, sobre todo en el género de la música pop, muestra que «tristeza y enojo» son el sentimiento más común en la letra de las canciones, según un profesor y estudiante de postgrado de Lawrence Technological University de Michigan que analizó más de 6 mil canciones que llegaron a las 100 primeras de Billboard entre 1951 y 2016.
Lior Shamir y la científica Kathleen Napier publicaron un estudio en el Journal of Popular Music Studies donde revelaron que, tras analizar con un programa de computadora varias letras musicales, concluyeron que la música pop expresaba más miedo a mitad de los 80, pero cambió en 1988 justo antes de que cayera el Muro de Berlín y llegara el fin de la Guerra Fría.
Culpar a los músicos por estas letras no sería razonable, ya que en la mayoría de los casos responden a lo que el público pide. Esto va cambiando con el tiempo, aunque siempre es un reflejo del estado anímico de la humanidad.
Fuente: Música triste