Los perros, nobles e inteligentes, se han utilizado desde hace mucho tiempo para la detección de drogas y explosivos, y/o en tareas de búsqueda y rescate. Hoy día ya están siendo entrenados para detectar personas infectadas de COVID-19 en un proyecto finlandés.
Los perros tienen un gran olfato, 1 millón de veces mejor que el de los humanos. Inhalan hasta 300 veces por minuto en respiraciones cortas y pueden diferenciar entre derecha e izquierda, además de percibir cáncer y Parkinson en fases tempranas.
El COVID-19 ataca los pulmones, daña los vasos sanguíneos, los riñones y otros órganos, por lo que el olor de la orina de un paciente enfermo es fácil de encontrar por un canino gracias a sus órganos olfativos altamente sensibles.
Luca Barrett, del Centro Alemán de Asistencia Canina (TARSQ), explica que “aunque aún no se sabe mucho sobre el virus, se espera aprovechar los resultados del proyecto finlandés en conjunto con Gran Bretaña y Francia».
Aunque aún existe la incredulidad en la comunidad médica, no se descarta la posibilidad de que el mejor amigo del hombre sea una muy buena herramienta para reconocer el virus en estadios, en eventos masivos o en aeropuertos donde la afluencia de personas es significativa.
Fuente: Olfato de perro