Al igual que todos los seres vivos, los árboles también cumplen años y se hacen viejitos. A pesar de ser casi imperceptible su crecimiento y regeneración, también han aprendido a sobrevivir al estrés ambiental, lo que los hace ser orgullosamente los árboles más admirados del mundo.
“Los árboles son supervivientes milenarios que nos ayudan a comprender mejor la importancia de los procesos de adaptación de cada individuo».
Comenta el catedrático Sergi Munné Bosch, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio).
Estos son algunos de lo árboles milenarios que podemos encontrar.
El Matusalén, es un ejemplar de Pinus longaeva de más de 5 mil años, se encuentra en el Bosque Nacional de Inyo, Estados Unidos y es considerado el árbol más antiguo de todo el planeta.
El ciprés de Abarkuh, en Irán, supera los 4 mil años de vida.
El olivo de Vouves está en el pueblo de Ano Vouves, en la isla de Creta, en Grecia con 4 mil años.
El castaño de los cien caballos es el castaño más grande y antiguo del mundo, se encuentra en el bosque de Carpineto, en la ladera oriental del Monte Etna en Sicilia y se cree que tiene 4 mil años.
Un árbol crece en función de su genoma y de las condiciones ambientales de su hábitat natural, por lo que conservar y admirar un árbol también es todo un arte.
Fuente: Árboles
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