Cuando comemos tragamos aire compuesto de nitrógeno y oxígeno, mismo que viaja por nuestro intestino. Los gases se producen durante la digestión y es el momento en el que nuestro organismo procesa los alimentos.
Para la mayoría de los animales y los seres humanos es un proceso normal.
Cuando los alimentos se descomponen en el intestino grueso, en una mezcla de hidrógeno, dióxido de carbono y metano, combinados con sulfuro de hidrógeno y amoníaco, las flatulencias adquieren olor. Cuanto más caliente es un gas, mayor es su olor y su efecto más notable.
¿Puedes creer que Robert Clain y Miguel Salas, ingenieros informáticos de la Universidad de Cornell, construyeron una máquina que mide el olor de los gases? Así concluyeron que el 99% de ellos no huele.
Una persona adulta expulsa hasta 2 litros de gases, es decir, unas 10 veces al día, lo que se traduce en unos 3 mil pedos al año.
Muchas veces es inevitable que se nos escape un airecito, hacer ejercicio nos ayuda a mitigarlos y tirarlos al aire libre para no incomodar a nadie a nuestro alrededor.
Fuente: Gases
@10DedosDeFrente