¿Cuántos de nosotros tenemos recuerdos buenos o malos sobre un viaje, una experiencia sentimental o un momento que nos hizo reír?
Nuestra memoria y los recuerdos se alojan en diferentes regiones cerebrales interconectadas, como el hipocampo, la neocorteza y la amígdala.
El hipocampo guarda los momentos más recientes, como lo que hicimos ayer o lo que platicamos hace poco con alguien en un café.
La neocorteza involucra nuestra razón y el habla, es lo que aprendemos cuando estudiamos.
La amígdala almacena los recuerdos emocionales como la vergüenza, la alegría o el dolor.
El científico Eric Kandel recibió el premio Nobel en el año 2000 por demostrar que la conexión de las neuronas cambia en ciertas partes del cerebro al tener algún recuerdo.
¿Pero qué es lo que motiva al cerebro para entrar en esa base de datos almacenada y hacernos revivir ese momento?
Randy Gallistel, experto en los procesos cognitivos del aprendizaje y la memoria, plantea que los recuerdos están en la memoria: “no del todo, pero están ahí”.
Se sabe que en nuestro cerebro se conectan esas 3 partes para emitir la película de algo vivido, ¿pero qué es lo que nos motiva para recrear ese momento? Es algo que la ciencia aún no ha podido responder.
Fuente: Memoria