Existen muchas historias al pasar de los años, en las que los fantasmas protagonizan sucesos inexplicables. Muchas son leyendas contadas por las abuelas de generación en generación.

Para descartar pesadillas, la ciencia se ha dado a la tarea de averiguar qué tanto de esto es verdad.

Dentro de las pruebas físicas que han hecho los expertos, todas han resultado falsas o manipuladas, como en el caso de alguna fotografía, donde alguien asegura haber fotografiado un ente, pero en realidad lo que pasa es que las cámaras son capaces de recrear sombras que resultan ambiguas para ser testimonios natos de vida fantasmal.
En el caso de los ruidos o visiones, siempre hay algo que lo detona, quizá una corriente de aire imperceptible o una leve pulsación que cuando se transfiere a nuestros ojos se amplifica, deformando el tejido y activando las células que reciben la luz en nuestras retinas, es por eso que quizá pienses que pasó algo y alcanzaste a verlo sólo con el rabillo del ojo.

Muchos ejemplos se podrían seguir enlistando, pero la ciencia siempre nos saca del apuro y tiene una explicación, así es que si llegas a sentir algo a los pies de tu cama, no te asustes, podría ser nada más y nada menos que tu gato gordo acurrucándose con tu calor.
Fuente: Fantasmas