Imprimir en papel es algo usual para todos nosotros desde que se crearon las impresoras de tinta líquida o polvo, blanco y negro o color.
Hablar de una “impresión en 3D” no es hablar de una impresora como las que ya conocemos, en realidad es “imprimir” un objeto y materializarlo para hacerlo tangible.
Las medidas requeridas se le ordenan a una impresora por medio de un software especializado, creando objetos a escala con materiales diversos que pueden ser plástico, metal o algunos maleables al calor.
En México sólo el 10% usa tecnología 3D, pero en el resto del mundo ya es algo habitual, pues la industria automotriz y aeroespacial lo utilizan.
Ahora bien, ¿se imaginan poder imprimir un corazón o un órgano humano a escala como repuesto del que ya no te funciona?
Fuente: wikipedia
Los doctores Tal Dvir y Nadav Nur, de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Tel Aviv (TAU), y Nadav Noor en colaboración con el Centro Biotecnológico Segol, presentaron la primera reproducción de un corazón tridimensional artificial.
Un corazón completo con vasos sanguíneos, tinta de colageno, cartílago y tejidos de válvula aórtica. El primer corazón con tejido humano. ¡Increíble!.
Fuente: Wikimedia
El siguiente paso será cultivar un corazón de tamaño humano, enseñarle a las células a vivir de manera humana, bombear sangre y hacer pruebas en animales para poder trasplantarlo en humanos. La idea es hacer que cualquier órgano faltante sea más accesible para quien lo necesite. A pasos agigantados estarán disponibles en diez años.
Fuente: Mundo Corazón