Tristeza, conmoción, rabia e impotencia nos provoca escuchar tantas malas noticias sobre cómo empeora nuestro medio ambiente, nuestra madre Tierra que nos nutre y alimenta, plantas, árboles y miles de especies animales que poco a poco van desapareciendo.
La industrialización y la vida moderna le han dado una transformación sin retorno al planeta, en este momento urgen planes de transformación del sistema económico y social en el mundo para evitar el colapso ambiental.
Ecosistemas vitales para el futuro de las comunidades humanas en todo el mundo son “la red esencial e interconectada de la vida en la Tierra y está cada vez más pequeña y fracturada», dijo el profesor Josef Settele, que codirigió un estudio lanzado en París por la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas IPBES.
Un millón de especies de animales amenazadas por el cambio climático, causado por las desproporcionadas emisiones de gases contaminantes de la industria y el abuso de los recursos naturales, dejarán de existir.
Quienes vivimos en la ciudad nos damos cuenta de cómo las variaciones del clima extremoso nos ponen en situaciones complicadas, lluvias extremas, calor sofocante y seco, incendios y falta de agua potable. Ahora imaginemos a todos los animales sufriendo con la explotación de sus propios lugares de origen y buscando comida, como ha sucedido con comunidades de osos en Estados Unidos, Canadá y Alaska.
¿A dónde vamos a parar? Muchos apoyamos las medidas para la mejora de nuestro planeta, pero ponernos de acuerdo mundialmente, en donde cada político y cada país tiene usos y costumbres diferentes, es tarea complicada; se agrava la situación y si no nos apuramos a hacer algo, pagaremos graves consecuencias.
Sanemos nuestros corazones y hagamos algo.
Fuente: Cuenta regresiva