Quienes la practican, obtienen un bienestar físico y mental a través de puntos energéticos situados en su mayoría a lo largo de la columna vertebral; movimientos, posturas y respiración, son la clave de su práctica.
El yoga, del sánscrito yoga ‘unión’, disciplina originaria de la India que por medio de āsanas o ‘posturas corporales’ busca armonizar la relación entre la mente y el cuerpo, también se asocia con prácticas de meditación.
El Saludo al Sol o sūria namaskār es un ejemplo de algunas de las secuencias de posturas del yoga.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Londres (Reino Unido), la Universidad de Ciencias Sociales y Humanidades de Poznan (Polonia) y el Instituto Universitario de Lisboa (Portugal), ha conseguido enlistar los beneficios que otorga a la salud la práctica del yoga. Se dieron cuenta que al menos dos posturas sencillas por dos minutos provocan una mejora en la energía y autoestima de las personas.
Los investigadores comentan que esta práctica puede tener relación con el funcionamiento del nervio vago, que es el responsable del funcionamiento inconsciente del cuerpo como la respiración, la circulación y la digestión.
Tan de moda en occidente, el practicar yoga tiene efectos positivos tanto para los enfermos como para aquellas personas que quieren tener una vida plena y más relajada.
Una disciplina que se puede practicar en casi todos lados y que no necesita de rigurosos estándares, más que sentirse cómodos, tonifica y fortalece los músculos; con una relajación de 10 o 15 minutos devuelve al cuerpo y a la mente la calma y la tensión acumulados en el día a día además de mejorar la intuición para saber cómo, cuándo y dónde reaccionar en algún momento determinado.
Con un poco de disciplina en nuestras vidas encontraremos esa paz tan ansiada.
Una disciplina que trasciende se puede convertir en una forma de vida. Namasté.
Fuente: Yoga para tu salud