Las 22 mil tipos de hormigas que existen, de cuerpo esbelto, cintura estrecha entre el abdomen y el tórax, de cabeza grande con antenas y mandíbulas poderosas, todas perciben cambios en las emisiones de gases de la tierra y el campo magnético del planeta, capaces de advertirnos de cuando sucederá un temblor con sólo observarlas.
La doctora Gabriele Berberich, de la Universidad de Duisburg-Essen en Alemania, es quien las ha observado durante tres años.
Las hormigas son capaces de presentir 24 horas antes un movimiento tectónico a partir de los 2 grados Richter. En su afán de caminar y caminar en una fila inagotable por conseguir comida, sus costumbres pueden cambiar de repente y moverse sin dirección cuando el movimiento de la Tierra las está alertando de un temblor.
Las hormigas se comunican por medio de sustancias químicas que anuncian a las demás los peligros o las conducen hasta una prometedora fuente de comida.
Sabiamente culturas milenarias han observado a los animales, cada especie en el planeta por pequeña o insignificante que parezca forma parte de un ecosistema.
Su conducta, habilidades y/o evolución, son el engranaje perfecto del comportamiento natural, por lo que ésta investigación podría contribuir en gran medida a crear un sismógrafo confiable de hormigas.
Fuente: Hormigas