Los amantes de los perros están fascinados por la maravillas que hacen sus caninos para demostrar su cariño; dar la mano, ponerse de panza, lamerles la cara sin compasión o gritarles desesperadamente con un ladrido estruendoso.
Pero a diferencia de ellos, se dice que los gatos no demuestran cariño, que son desapegados y convenencieros, miran despectivamente, son engreídos y orgullosos, aunque quizá sólo es mala fama y en realidad cuentan con un sinnúmero de cualidades positivas.
Sus movimientos premeditados, observar su entorno antes de decidir avanzar, su increíble agilidad, saltos a gran altura y pasar entre los barrotes antes de tocar el suelo, los hacen unos animales fuera de serie.
Un estudio de la Universidad Estatal de Oregon en Corvallis (OSU) habla acerca del comportamiento gatuno. «Nuestro estudio indica que cuando los gatos viven en estado de dependencia con un humano, el comportamiento de apego es flexible y la mayoría de los gatos utilizan al humano como fuente de comodidad», explicó Kristyn Vitale, investigadora del laboratorio de interacción humano-animal en la OSU.
La gente que prefiere a los perros dicen que son más apegados, pero cuando un gato de igual forma corre a la puerta para recibirte cuando llegas a casa, te despierta a las 6 am para recibir los primeros mimos del día ó incluso lo puedes llamar con un silbido y jugar con la pelota de llevar y traer, ¿qué dirías?
Al igual que los humanos, ellos también tienen personalidades y maneras únicas de ser, los hay orgullosos y engreídos, amorosos y cariñosos, guapos y feos. Las personas que conviven con un gato padecen menos estrés y seguramente alguien que no se ha dado la oportunidad de conocerlos ni convivir con ellos, no sabe que amor con amor se paga y que sus muestras de cariño son inagotables.
Fuente: Amor de gato