En la República Mexicana se encuentran la Sierra Madre Oriental y la Sierra Madre Occidental, unidas en el centro por una línea transversal formada de volcanes llamada Cinturón Volcánico Transmexicano, donde encontramos el Pico de Orizaba, conocido como Citlaltépetl, el Popocatépetl, el volcán Sierra Negra y el Iztlaccíhuatl, Sanguagüey, Ajusco.
Esta zona en específico registra pocos movimientos telúricos para la mayoría de los investigadores, por lo que se creyó que no se trataba de una zona de alto riesgo.
Sin embargo, lo que ha llamado la atención de Gerardo Suárez, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y su equipo, es que en los anales de Tlatelolco, la relación histórica más antigua en náhuatl escrita en el alfabeto europeo, se habla de un temblor que surgió de las entrañas de la tierra durante 5 días, provocando una grieta de casi 5 km de largo en el terreno en el año de 1575, extendiéndose por Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Estado de México, Ciudad de México , Puebla y Veracruz.
Suárez y su equipo retrocedieron en el tiempo para averiguar lo que pasó hace tantos años. “Si queremos entender lo que está sucediendo con la Tierra en el presente, entonces debemos conocer a fondo su historia”.
Estos hallazgos sugieren que la región cuenta con fallas geológicas activas que no han sido registradas en los mapas y que es un tema que hay que considerar, pues el cinturón atraviesa zonas donde se concentra casi 40% de la población del país y la mayoría desconoce que existe un gigante geológico inquieto bajo sus pies, un monstruo sísmico que algún día podría despertar.
Fuente: Volcanes