Hace algunos años, cuando la televisión estaba en auge, nuestros papás nos decían que no la viéramos tanto porque nos hacía daño… ¿a qué se referían en realidad?
La tv se caracterizaba por tener una programación fija, tanto en horario como en canales, la hora del entretenimiento estaba muy bien definida y cuando querías ver algo subido de tono era en el horario de la noche. Finalmente una banda de colores aparecía cuando la programación del día terminaba.
«El problema con la televisión es que el hecho de verla nos hace querer ver más. Y no es una cosa saludable. Hay un peligro en hacerla tan atractiva», según el periodista tecnológico Bill Thompson Thompson.
Sin embargo, la tv pasó a segundo plano, el contenido que ahí se proyecta ya es prácticamente desconocido para las nuevas generaciones. Al entrar internet al mercado, surgieron otros intereses como las redes sociales, YouTube y los servicios streaming, que cada vez más ganan más terreno haciéndose parte de nuestra vida cotidiana, anteponiendo la desaparición del televisor.
Pero lo que en realidad ha cambiado es la forma de ver contenido a través de una pantalla, si antes era una caja de bulbos, ahora es posible visualizar una imagen digital en cualquier dispositivo disponible 24 horas los 365 días del año.
«Hemos pasado de la era de la información a la era del consumidor». Oisin Lunny, Open Market
Un contenido enlaza con otro y su consumo se vuelve adictivo, “navegar por internet” es sin duda una experiencia sin límites.
10 Dedos de Frente 