«Te pareces a tu abuela”, “como mi padre decía…”, “tienes la sazón de mi mamá”, “tengo los gestos de mi papá”. ¿Cuántas de estas frases has escuchado dentro de tu familia?.

Así es, al igual que los usos y costumbres familiares, todos heredamos lo bueno y lo malo de nuestros seres queridos.

Familia peinador 1931

Un ejemplo de ello es cómo los hijos de las familias que fueron víctimas directas del régimen nazi, son más propensos a sufrir desórdenes vinculados al estrés. Así lo afirman los investigadores del Hospital Monte Sinaí, en Nueva York, Estados Unidos, en donde compararon la composición genética de un grupo de 32 hombres y mujeres judíos.

Nuestros genes cambian por la influencia del ambiente, mediante una suerte de etiqueta química (el epigenoma) que se adhiere a nuestro ADN y que funciona como un interruptor, modifica la expresión de los genes activándolos o silenciándolos, siendo la única forma de transmitir información biológica entre las generaciones. No obstante, los investigadores no han logrado entender todavía cómo se produce esta transmisión.

Para Bert Hellinger, alemán de nacimiento, teólogo y espiritualista, creador de las constelaciones familiares, tampoco hay evidencia científica que avale la utilidad de su hipótesis. Incluso fue desautorizado por la Sociedad Alemana de Terapia Sistémica, Asesoramiento y Terapia Familiar, y denunciado en diversas publicaciones por su enfoque carente de crítica y su negativa a validar científicamente su hipótesis en donde postula que los miembros de una familia se influyen recíprocamente en su salud y en su conducta.

Hellinger afirmó que las personas son capaces de percibir de forma inconsciente patrones y estructuras en las relaciones familiares, como esquemas afectivos y cognitivos que afectan a su conducta. Denunciado en diversas publicaciones, nunca intentó justificarse, sin embargo, sus seguidores han escrito ensayos al respecto y en lo que sí coinciden ambos es que nuestra vida aquí y ahora es el reflejo de una herencia de nuestros antepasados.

¿Por qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde? En el mundo complejo del hombre, esto es algo aún por descubrir.

Fuente: Nuestro ADN

@10DedosDeFrente