Un anticuerpo es una proteína que reacciona contra un antígeno o sustancia inyectada en el cuerpo o tomada, como las vacunas, y son una pequeña parte del germen de un organismo que provoca la enfermedad o una versión del germen muerto o debilitado de todo tipo animal.
El cuerpo reacciona a la vacuna fabricando anticuerpos que forman parte del sistema inmunitario y luchan contra la enfermedad. Se pueden encontrar en la sangre o en otros fluidos del cuerpo, utilizados por el sistema inmunitario para reconocer y bloquear virus, bacterias, parásitos, hongos, etc.
Todos los días nuestro organismo entra en contacto con miles de sustancias extrañas que pueden provocarnos una enfermedad. Por ejemplo, a los niños les ponen la mayoría de las vacunas antes de que cumplan dos años para evitar la varicela y el sarampión.
Las vacunas como tal son de orden de salud pública en México y el resto del planeta.
El sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra las infecciones, como las bacterias y los virus. A través de una reacción bien organizada ataca y destruye los organismos infecciosos que lo invaden. Estos cuerpos extraños se llaman antígenos.
- La inflamación es la respuesta del sistema inmunológico a los antígenos. Como respuesta a la infección o la lesión, diversas clases de glóbulos blancos se transportan por el torrente sanguíneo hasta el lugar de la infección y solicitan más glóbulos blancos.
- Cuando la amenaza desaparece, la inflamación cede. Por ejemplo, cuando una persona se corta o tiene gripe, la inflamación se usa para matar la bacteria o el virus que invade el cuerpo.
- En las personas que gozan de buena salud, el sistema inmunológico puede distinguir entre los tejidos propios del cuerpo y los extraños que lo invaden, tales como virus y bacterias. En algunos tipos de artritis, como la artritis reumatoide, el sistema inmunológico no funciona correctamente.
Fuente: Cuerpo perfecto