Los mocos son un signo de buena salud, una secreción que nos protege de infecciones, guardianes de anticuerpos y linfocitos, compuestos de mucinas y sales inorgánicas suspendidas en el agua, fundamentales para mantener hidratadas y lubricadas las mucosas.
Cuando tienes alergia, los mocos que se producen son líquidos, transparentes y gotean, ¿te ha pasado?
Cuando tienes gripa son espesos, amarillos si anuncian algún padecimiento y están luchando contra un ataque microbiano fuerte, o verdes si se agudiza la defensa.
El moco perfecto es aquel que se mantiene en su lugar, en las mucosas, y que te deja respirar sin ningún problema, pegajoso y de buena consistencia para que las partículas de polvo o contaminación, virus y bacterias que llegan en el aire se queden pegados. Su variante de tono blanco depende de las sustancias que intercepte.
Fuente: ¿Qué es un moco?