¿Muy de moda o muy alerta?. El coronavirus es una familia de virus que se descubrió en la década de los 60 sin un origen claro. Puede ser de diferentes tipos y provocar desde un resfriado hasta un síndrome respiratorio grave como neumonía.
La mayoría de las personas contraen el coronavirus, incluso desde niños, pero sin ningún efecto alarmante. Le llaman así porque es muy parecido a una corona y está presente en humanos y animales.
Los tres brotes epidémicos importantes causados por coronavirus son:
SRAS-CoV: SRAS, SARS y/o SRAG que afectó a más de 8 mil personas en el año 2002 en China, por un síndrome respiratorio agudo y grave.
MERS-CoV: fue detectado en 2012 en Arabia Saudita, causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio.
COVID-19: Para finales de diciembre de 2019 se notificaron los primeros casos de un nuevo coronavirus en la ciudad de Wuhan, China. Desde entonces hay nuevos infectados por el virus de persona a persona.
En un principio se creía que los murciélagos eran los causantes de transmitir el virus, pues la población en Medio Oriente acostumbra comerlos vivos.
Al seguir con el estudio, el pangolín, un pequeño mamífero, fue identificado como un posible sospechoso que facilitó la transmisión del nuevo coronavirus 2019, ya que alberga al virus y lo transmite a otras especies sin estar enfermo.
Su carne es muy apreciada por sus escamas, huesos y órganos en la medicina tradicional asiática.
Como en otros virus que causan neumonía, cuando se transmite en humanos el contagio se produce por vía respiratoria, con el simple hecho de estornudar sin taparse la boca o salpicar de saliva al hablar.
El pangolín se comercializa en Asia y África, por los traficantes de animales salvajes de manera ilegal.
Aquí valdría la pena preguntarse hasta qué punto es razonable alimentarse de todo lo que vuela, camina y nada. Es un debate en el que los usos y costumbres entran en juego.
Fuente: Pangolín