¿Alguna vez volteas al cielo y te das cuenta de que la Luna nos mira todo el tiempo incluso durante el día? Te sorprenderá saber que hace casi mil años aproximadamente, el 5 de mayo del año 1110, la Luna desapareció.
Sin embargo, por muy extraño que parezca lo que en realidad pasó es que no era visible desde la Tierra. A nuestro satélite lo cubrió una enorme nube de partículas de azufre generada por erupciones volcánicas, que llegaron a la estratósfera asentándose en la superficie y obscureciendo el cielo. Esto lo explica un grupo de científicos de la Universidad de Ginebra (Suiza).
Al evaluar núcleos de hielo glaciares, los expertos encontraron que el monte Asama, uno de los volcanes más activos de Japón, erupcionó en el año 1108 provocando una nube de partículas de azufre con consecuencias devastadoras, pues basándose en crónicas de la época después de éste incidente hubo modificaciones climáticas en Europa occidental entre 1109 y 1111, con serios problemas de supervivencia en la población como fracasos en las cosechas y hambrunas.
Aunque esto fue hace mucho tiempo, los investigadores no descartan la posibilidad de que algo similar esté pasando cuando los eclipses de Luna demasiado negros se aprecian en el cielo como en años recientes.
Fuente: La Luna oculta