Muchos de nosotros sabemos que en los países europeos el clima por lo general es templado frío, aunque ahí la tasa de mortalidad por COVID-19 ha sido alta en 2020. Pero, ¿qué tiene que ver el clima con el Coronavirus?
Los investigadores comprobaron que muchas de las personas con COVID-19 tenían deficiencia de vitamina D, la misma que ayuda a nuestro cuerpo a absorber el calcio a nivel intestinal y ayuda a la formación de los huesos y dientes.
El cuerpo la produce de forma natural con ayuda de los rayos ultravioleta del sol. Cuando nos exponemos a la luz solar al menos media hora durante el día, nuestro cuerpo la asimila a través de la piel fortaleciendo el sistema inmune.
Esta relación sol-vitamina D ha sido revelada en un estudio realizado en la Universidad Northwestern en Evanston, Illinois, recopilando datos de China, Francia, Alemania, Italia, Irán, Corea del Sur, España, Suiza, el Reino Unido y Estados Unidos.
Consumir vitamina D es de suma importancia, pues ante su ausencia el sistema inmune reacciona sin medida atacando el tejido de los pulmones como uno de los efectos más graves del COVID-19.
Fuente: Asolearse