Robot, humano, humanoide, androide, animal mecánico, hombre biónico, ¿cómo se puede clasificar o nombrar a aquello que el hombre ha construido gracias a la ciencia?

Una especie que no es ni animal ni robot, es lo que Joshua Bongard y Sam Kriegman expertos en robótica de la Universidad de Vermont, Estados Unidos, han creado a partir de células vivas de embriones de rana.

Los llamados xenobots se diseñaron por computadora y fueron unidos por biólogos en la Universidad de Tufts, Estados Unidos. La idea de construirlos es ayudar al humano en diversas tareas limitantes, como estudiar los océanos o la administración de fármacos.
Son capaces de moverse armoniosamente sin parecer totalmente máquinas por medio de un algoritmo que ensambla cientos de células que se mueven en una misma dirección. Por la parte animal y con el trabajo del microcirujano Douglas Blackiston, las células madre de los embriones de las ranas fueron ensambladas microscópicamente con un electrodo en formas nunca vistas en la naturaleza.
Aunque aún existen fallas en los xenobots, además de ser un paso muy grande en la industria robótica cabe mencionar que también son biodegradables y se autoreparan.
Fuente: Robots