Empresas científicas con un fin común, coordinado por el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona, liderado por Pia Cosma, pone a prueba la manera de usar los ojos de los muertos para investigar cómo tratar la ceguera y algunas deficiencias oculares.
Hasta el momento los ojos de un muerto pueden mantenerse en buen estado durante 48 horas a 4ºC, antes de que entren en proceso de descomposición, lo que hace que su corto periodo de vida limite mucho su investigación.
Sin embargo, con la nueva tecnología de un dispositivo llamado ‘EcaBox’, se podrán estudiar en un período de al menos un mes, en buenas condiciones. En un cubo transparente que imita al ojo humano se regula la temperatura y el ph, de manera óptima, así como proporcionarle oxígeno y nutrientes a las células y restaurar su función.

Para 2023 se estima que con esta tecnología se hagan pruebas regenerativas retinianas, que serán la base de nuevos tratamientos oculares.
Fuente: Ojos