Seguramente has escuchado a tus abuelos decir que si les hablas a las plantas crecerán bonitas y fuertes, algunos lo toman a broma, pero está científicamente demostrado que pueden escucharte e incluso sentir el amor que les mandas, un evidente indicio de que son seres vivos, pero ¿qué pasaría si las plantas pudieran comunicarse directamente contigo?
Recientemente científicos en Singapur han experimentado nuevos sistemas de señales eléctricas para comunicarse con la vegetación y que sean ellas mismas quienes avisen si están en peligro o se encuentran enfermas.
De primera intención los científicos conectaron plantas a electrodos capaces de detectar las bajas señales eléctricas que los vegetales emiten de forma natural. Utilizaron esta tecnología para que una planta carnívora (dionea atrapamoscas) cierre sus «mandíbulas», formadas por dos lóbulos, cuando un teléfono inteligente emite una señal.
Después unieron uno de los lóbulos a un brazo robótico para sujetar un alambre de medio milímetro y después un objeto pequeño mientras caía. Todos estos experimentos han sido muy exitosos, lo que hace pensar a los investigadores que en el futuro podrían existir “robots-plantas» capaces de manipular objetos demasiado frágiles para los brazos rígidos de los robots.
En cuanto a la detección de enfermedades, quedan muchos problemas por resolver. Por ejemplo, los científicos pueden estimular las «mandíbulas» de las dioneas papamoscas para que se cierren, pero no son capaces de abrirlas, un proceso que en la naturaleza dura 10 horas o más.
El sistema también puede detectar las señales débiles emitidas por las plantas, lo que a la larga podría permitir que los agricultores fueran alertados en una primera fase cuando las plantas están enfermas, esto claramente sería un paso decisivo para todos aquellos que dediquen su vida al campo, ya que podría salvar múltiples cultivos antes de ser invadidos totalmente por plagas.
Ojalá pronto podamos averiguar qué piensan o sienten nuestras plantas en realidad, tal vez te digan que esa música que les pones en realidad no es de su agrado o que simplemente dejes de regarlas porque están a punto de ahogarse ¿Te imaginas?
Fuentes:
10 Dedos de Frente 