Indonesia y el terremoto de 1861
Un terremoto de proporciones devastadoras fue registrado en el año de 1861, en la isla de Sumatra, en Indonesia occidental. En un principio, se consideraba que dicho terremoto era producto de una liberación espontánea y repentina de energía debido al movimiento de las placas tectónicas.

Sin embargo, nuevos hallazgos —concretamente, un nuevo estudio publicado en la revista Nature Geoscience en mayo de este año— sugieren que dicho evento fue la última consecuencia de un cierto tipo de fenómeno sísmico conocido como “eventos de deslizamiento lento”, los cuales pueden ocurrir a lo largo de días, meses e incluso —tal y como lo señala este nuevo estudio— años.
De la misma manera que los eventos sísmicos más repentinos, esta otra clase de sismos ocurren cuando dos segmentos de la corteza chocan entre sí, liberando energía de manera paulatina y casi imperceptible.
Esta nueva información tomó como base el estudio de algunos corales ubicados cerca de la isla indonesia de Simeulue, frente a la costa de Sumatra. Algunos tipos de corales, tales como los Porites, funcionan como medidores naturales del nivel del mar en la medida en que crecen dependiendo de la altura a la que se encuentra éste, es decir, si el nivel del mar aumenta el coral crece también, mientras que al descender la marea el coral queda expuesto al aire y se seca.

Así, según los datos proporcionados por el estudio de los corales, la isla de Simeulue se hundió durante 90 años, un promedio de uno o dos milímetros cada año. Sin embargo, alrededor de 1829, la velocidad del hundimiento aumentó hasta alcanzar un ratio de entre 5 y 7 milímetros, lo cual indicó que la falla comenzó un movimiento de deslizamiento lento, la cual continuó hasta 1861, prolongando este fenómeno sísmico durante 32 años.
Fuentes:
https://www.scientificamerican.com/article/the-longest-known-earthquake-lasted-32-years/