El asombroso cráneo completo, oculto en un pozo durante décadas, ha suscitado un debate sobre la creciente cantidad de fósiles que no encajan en la historia clásica de los orígenes humanos.
Todo comenzó cuando un extraño cráneo apareció poco después de que los japoneses invadieran el nordeste de China a principios de la década de 1930. Unos vecinos estaban levantando un puente cerca de Harbin, una ciudad de la provincia más septentrional de China, cuando uno de los trabajadores se topó con una sorpresa entre el lodo del río. El cráneo humano, casi completo, tenía un cráneo alargado del que sobresalía un grueso hueso de la frente, que sombreaba los huecos que antes albergaban los ojos.
Este hallazgo causó tanto asombro y desconcierto que el hombre ocultó el cráneo en un pozo abandonado. Ahora, casi 90 años después, un estudio publicado en la revista The Innovation defiende que este cráneo representa una nueva especie humana: Homo longi, o el hombre dragón.

Dos estudios adicionales revelan que el cráneo, muy bien preservado, probablemente procede de un varón que murió hace al menos 146 mil años. Su mezcla de rasgos anatómicos antiguos y modernos sugiere un lugar único en el árbol genealógico humano.
Basándose en la forma y el tamaño del cráneo de Harbin, como se le suele llamar, y comparándolo con otros fósiles conocidos los investigadores plantean que está estrechamente relacionado con varios fósiles humanos desconcertantes de esta misma época que se han hallado en toda Asia. El análisis de los investigadores sugiere que todos estos fósiles pertenecen a un grupo estrechamente relacionado con nuestra especie, quizá incluso más que los neandertales.

Sin embargo, la agrupación y designación propuestas de especies está suscitando un debate entre los científicos. Algunos expertos ven indicios tentadores de que el hombre dragón podría estar vinculado a los misteriosos denisovanos, un grupo hermano de los neandertales del que se han encontrado escasos restos fósiles: unos pocos dientes, un trozo de cráneo fracturado, un hueso del meñique y quizá una mandíbula rota.
Con todo, no todos los científicos y expertos externos están de acuerdo en que el hombre dragón sea una especie distinta, ni tampoco en su posición relativa en el árbol genealógico de los homínidos.
Si no una especie por derecho propio, ¿qué era el hombre dragón? Stringer, señala una mezcla similar de rasgos modernos y más antiguos en un fósil llamado cráneo de Dalí, que el nuevo estudio clasifica en el mismo grupo que el cráneo de Harbin. Este cráneo, descubierto en la provincia de Shaanxi, en el noroeste de China, se considera una especie propia, Homo daliensis.
Si bien aún hay mucho que descubrir sobre estos peculiares restos, aún no sabremos si existió o no un verdadero Hombre Dragón y si esto podría repercutir en todo lo que creíamos saber sobre la evolución humana, sólo el tiempo lo dirá.
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