El Alzheimer es una enfermedad que ataca a las personas mayores y daña en gran medida, no sólo las habilidades motrices, la memoria y el lenguaje, sino también directamente a las familias. Comienza lentamente y no tiene forma de detenerse, hasta el momento.
Afortunadamente, un nuevo estudio realizado por el Instituto de Investigación de la Demencia del Reino Unido, en la Universidad de Cambridge, en colaboración con la Escuela de Medicina de Harvard, arrojó nuevos datos acerca de esta enfermedad y de cómo avanza.

Aún no se puede prevenir, ni detener, pero este estudio es un paso más para que en un futuro cercano se ayude a quienes la padecen, ya que se estima que el número de personas que sufren demencia se duplicará cada 20 años, lo que no es prometedor para el paciente ni para su familia.
La investigación arrojó que la enfermedad inicia a una edad temprana, ataca diferentes células cerebrales y lo que más asombra es la rapidez con la que esta las manta. Hay dos piezas clave en la enfermedad: las proteínas tau y beta-amiloide, las cuales hacen que las células mueran y el cerebro se encoja.

El proceso para llegar a este punto ha sido lento y en cierto momento poco satisfactorio, pero este estudio llena de esperanza a la ciencia, a la medicina y a los que la padecen, además de que puede ser utilizado para entender y encontrar soluciones para otras enfermedades neurodegenerativas.
Es bien sabido que el cerebro es un órgano complejo y entenderlo no es fácil, más cuando se habla del Alzheimer, ya que se desarrolla durante décadas, solo se da un diagnóstico definitivo y cuando se hace ya es demasiado tarde, pues la enfermedad está demasiado avanzada.
No es como el cáncer que tiene su inicio en un punto, por lo que es fundamental entenderlo para poder desarrollar un tratamiento que haga que su propagación no sea tan rápida, porque es bien sabido que cuando se detecta es porque los grupos de proteínas que producen la enfermedad ya colonizaron el cerebro.
Lo que se puede esperar es que en un futuro se logre tener una solución para esta enfermedad, gracias a los avances de la ciencia, la medicina, y a los miles de investigadores que no han descansado y que siguen buscando una cura.
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