La pandemia de Coronavirus ha generado preocupación entre los científicos sobre la seguridad epidemiológica. Algunos de ellos incluso han especulado que el SARS-CoV-2 podría tener un origen extraterrestre.
Aunque parezca mentira esta teoría no es nueva, desde hace mucho tiempo los científicos saben que los poliovirus y bacteriófagos son capaces de sobrevivir al vacío y la radiación ionizante cósmica, lo que haría sospechar que muchas de esta tienen su origen desde el espacio.

Contrario a lo que muestran las historias de ciencia ficción, esta vida extraterrestre no se trataría de criaturas monstruosas, sino de micobacterias y virus, asegura un estudio publicado el 17 de noviembre del 2021 en la revista científica BioScience.
Este explica que varios organismos exhiben tolerancia a las condiciones necesarias para los viajes espaciales, donde algunas bacterias pueden crecer y evolucionar bajo microgravedad, y una lista extensa de microbios puede sobrevivir al frío extremo, la radiación y la desecación.

Los autores del documento exhortan a la comunidad internacional a desarrollar el campo de la ciencia de las invasiones, que examinara esas amenazas y evalúa sus consecuencias.
Según los científicos, estos protocolos para la detección temprana, la evaluación de peligros, la respuesta rápida y los procedimientos de contención que se emplean actualmente para las especies invasoras en la Tierra podrían adaptarse para tratar con posibles contaminantes extraterrestres, lo que resultaría de la mejor manera para nuestro planeta y evitar la propagación de algunos antígenos dañinos para la vida.
De ser cierto que muchas enfermedades llegan más allá de la Tierra, esto demostraría que tal vez exista vida en otros planetas y que son estos de donde surgen estas enfermedades.
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