Algunas hierbas de olor tienen cualidades contra el cáncer, lo que se relaciona con los alimentos que consumimos todos los días. O al menos eso descubrieron los científicos en investigaciones recientes.
El tomillo y el orégano tienen un compuesto anticancerígeno, pero no basta con aumentar su cantidad en la dieta para lograr sus efectos. Un grupo de científicos ha trazado la ruta biosintética de ese elemento, lo que es un primer paso hacia su posible uso en productos farmacéuticos.

El timol, el carvacrol y la timohidroquinona son compuestos aromáticos del tomillo, el orégano y otras plantas de la familia de las lamiáceas. Este último ha demostrado tener propiedades anticancerígenas y según un estudio que publica PNAS y encabeza la Universidad de Purdue (EE. UU).
La clave para aprovechar el poder de estas plantas está en amplificar la cantidad del compuesto creado o sintetizarlo para el desarrollo de fármacos, el equipo dio el primer paso hacia el uso de este compuesto en productos farmacéuticos al trazar su ruta biosintética.

El equipo descubrió toda la vía biosintética de la timohidroquinona, incluida la formación de sus precursores, el timol y el carvacrol, y los compuestos intermedios de corta duración que se encuentran en el camino.
Estos hallazgos proporcionan nuevos objetivos para la ingeniería de compuestos de alto valor en las plantas y otros organismos
Mediante la secuenciación del ARN y el análisis de correlación, el equipo examinó más de 80 mil genes de muestras de tejido vegetal e identificó los genes necesarios para la producción de timohidroquinona.
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