Hace años en la película “Terminator” (El Depredador), ya se especulaba sobre lo que probablemente sería la lucha entre una máquina de inteligencia artificial y los humanos tratando de salvar la especie. 30 años después seguimos haciéndonos la misma pregunta, aunque el camino ya esté más que trazado.
¿Realmente las computadoras reemplazarán a los humanos?, ¿en qué aspecto serán mejores las computadoras que nosotros?, ¿serán congruentes consigo mismas?, ¿qué es lo que les enseñaremos?, ¿quién enseña a quién?
El gran conjunto de datos o algoritmos que se le da a una computadora consisten en enseñarle a interpretar y actuar reglas ó dinámicas establecidas, como las del comportamiento humano.
Un algoritmo es básico para su aprendizaje, al igual que un niño pequeño aprende a través de lo que ve (imágenes) y escucha, la computadora va aprendiendo a cómo comportarse y los datos son recopilados todo el tiempo por medio de redes sociales o simplemente cuando haces clic en el resultado de una búsqueda en la web; médicos y científicos pueden utilizar esta información para desarrollar nuevos métodos de diagnóstico.
Tanta es la información que ocupamos a diario en la web, que es muy fácil crear a una «persona» a nuestro gusto. De ahí la idea de reemplazar trabajadores humanos con robots, algo que es cada vez más una realidad.
En 2013, un estudio de la Universidad de Oxford advertía que casi la mitad de los puestos de trabajo disponibles en la actualidad en un país como Estados Unidos eran susceptibles a desaparecer, debido a la automatización en los próximos 20 años, es decir, la proliferación de máquinas con inteligencia artificial que emulan al cerebro humano.
Finalmente las máquinas pueden ser muy buenas haciendo trabajos, pero la sensibilidad y el humanismo son cosas que la inteligencia artificial nunca podrá reemplazar.
Fuente: Inteligencia Artificial