Es bien sabido por muchos que la medicina regenerativa y las células madre se han convertido en un tema de conversación e investigación que está tomando fuerza.
Las células madre regeneran distintos tipos de tejidos hepáticos, nerviosos, epiteliales o sanguíneos. Incluso se estudian para curar enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer, que son fruto de daño en determinados grupos de células cerebrales.
Las embrionarias que provienen de la mórula, el primer grupo de células que se obtiene tras la fecundación del óvulo, son las ideales. Este tipo de células se encargan de regenerar el tejido al que se adhieren cuando parte de ellas desaparece por alguna enfermedad, lesión o por la muerte rutinaria de las células.
Un grupo de científicos japoneses de la Universidad de Osaka, liderado por el cirujano cardiovascular Yoshiki Sawa, logró realizar el primer trasplante exitoso de células madre reprogramadas para tratar un infarto en un paciente.
La operación fue hecha para comprobar la efectividad y seguridad del tratamiento en un paciente con insuficiencia cardíaca grave.
Esto es un paso más de la ciencia y el primero en una de las técnicas más prometedoras relacionada con los infartos en donde la tasa de sobrevivencia de las personas es casi nula.