Los xenobots ya son una realidad, en forma minúsculas máquinas biológicas fabricadas con las células de una rana. Su plasticidad y su capacidad de autor repararse los convierte en unas herramientas prometedoras para poder crear órganos o incluso levantar edificios.
¿Qué son los xenobots? Empecemos por el hecho de que no son robots tradicionales ni tampoco organismos con vida propia, están a medio camino: son las primeras máquinas creadas a partir de células vivas.

Estas increíbles máquinas son capaces de llevar a cabo acciones básicas como nadar o transportar pequeñas partículas, pero sus creadores apuntan hacia aplicaciones mucho más ambiciosas en el futuro en campos como la medicina, la robótica o la construcción.
Pero ¿cómo funcionan? Los xenobots están configurados a partir de cientos de células que miden aproximadamente medio milímetro, no tienen órganos reproductivos y viven durante 7 días. Después, según explican los investigadores, se degradan y dejan de funcionar.

Para crearlos, los científicos han usado células madre obtenidas de embriones de rana como materia prima, después, con un superordenador, han simulado miles de configuraciones aleatorias de las células y han analizado sus posibles comportamientos.
Tras meses de trabajo y complejos cálculos para conseguir asignar tareas a estos organismos sintéticos, construyeron los mejores diseños, combinando diferentes tejidos biológicos, como explican en la revista especializada PNAS. El resultado acerca la robótica a una de sus grandes aspiraciones, la creación de máquinas a partir de elementos vivos a los que se aplican comportamientos humanos.
Y aunque de momento sólo pueden desplazarse en una dirección, moverse bajo el agua, señalarse entre ellos, transportar pequeñas partículas empujándolas, repararse cuando están dañados y crear formas diferentes.
En el futuro podrían ser utilizados en el medioambiente para identificar y recoger toxinas o determinadas sustancias químicas y lo más impactante es que el cuerpo humano será usado para cazar células cancerosas o remodelar articulaciones artríticas. También se espera que se pueda trabajar juntos para construir grandes estructuras complejas vivas como órganos o trasplantes, o no vivas, como edificios.
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