Lo hemos visto decenas de veces en el cine y en la televisión: un cerebro flotando dentro de un bote en la repisa del laboratorio de algún científico loco.
Aunque este tipo de imágenes pertenecen a la ciencia ficción, podría haber una posibilidad de que la ciencia preserve tu cerebro después de morir.
El cerebro es el único órgano vital que no se puede trasplantar, pues en él reside la mente, la cual no es una simple pieza intercambiable. Sin embargo, algunos avances sugieren que la posibilidad de simular o preservar el cerebro humano ya no es una mezcla entre transhumanismo y ciencia ficción, sino la ciencia que viene en el siglo XXI.

El neurocientífico de la Universidad de Yale, Nenad Sestan, presentaba en una reunión de los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU una técnica llamada BrainEx, que ha conseguido mantener vivos cerebros de cerdos durante 36 horas, después de su extracción del cuerpo.
MIT Technology Review detalla que el método emplea un sistema de bombeo y sangre artificial para mantener el cerebro nutrido y oxigenado.
Por otra parte, científicos en Inglaterra descubrieron que un cerebro humano puede conservarse intacto 2.600 años debido a un proceso natural llamado agregación de proteínas.
El cerebro se descubrió en 2008 en la parroquia de Heslington y perteneció a un hombre que vivió entre los años 680 y 480 antes de la era común.
Fue colgado o golpeado en la cabeza y luego decapitado y cuando fue encontrado su cerebro, los arqueólogos se sorprendieron por el extraordinario estado de conservación del tejido cerebral.

Hay más estudios e intentos científicos que intentan preservar la mente después de la muerte, pero hasta ahora no hay un resultado concreto para realizar esta increíble acción. Habrá que seguir esperando más avances científicos para tal vez algún día, lograr algo como conservar la mente de un cerebro humano.
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